Hace mucho que no le dedicaba tiempo a la costura. Una de las razones: la panza no me dejaba trabajar muy cómoda. Así que me dediqué a cortar telas, hilvanar y reservar.
Así, encontré en mi caja de telas una musculosa que ya no me iba y una tela a rayas grices que creo formaba parte de una solera de verano.
Y pensando qué podría surgir de esta combinación, se me ocurrió hacer un vestidito para mi ahijada, el petardo bello de la madrina.
Reduje el tamaño de la musculosa y corté su largo. Y con la tela a rayas hice el faldón, tratando de usar al máximo la tela.
Como detalle final sumé un cordón anudado en la parte delantera del vestido. Y listo para lucir en estas tardes de calor que a pasos del otoño aún no menguan.
Lindo jueves!!!